viernes, 20 de agosto de 2010

Dios Salve a la Reina



When suddenly Johnny gets the feeling he's being surrounded by horses, horses, horses coming in all directions. White shining silver studs with their nose in flames. . .”

Horses










Reina del punk, poeta y fotógrafa. Bruja y hermana de Rimbaud, no sé si de Verlaine.
Rebelde en los 70´s, cuando no era pose andar por la vida con los jeans rotos y desteñidos. Cuando había que reciclar los borceguíes y otro accesorio militar, porque se vivía para el arte, y el dinero no alcanzaba, y la filosofía Do it yourself empezaba a imponerse como un nuevo himno de los jóvenes inconformistas. La gran manzana temblaba con una generación que creó un nuevo lenguaje que se retroalimentaba más allá del Atlántico con el golpe mental de los Sex Pistols y The Clash, y con el visionario Malcom Mc Laren transformado en el gurú de los nuevos grupos y tendencias que dominarían al mundo treinta años después.

El legado de Patti Smith se hizo inmenso desde la edición del álbum Horses en 1975, en sus canciones no hay espacio para el temor o la pasividad, es un llamado fiero a la acción, a la belleza de estar vivo. Ese legado es eterno como su amor por el fotógrafo Robert Mapplethorpe en su poemario The Coral Sea en 1996, y que continúa en el libro de memorias Just Kids, donde recuerda las aventuras de ambos amigos por encontrar su propia voz visual y musical en Nueva York.

Patti la maga por no seguir tendencias creó la propia, su lema podría ser como gritaba en Ain't it strange: Well, I move in another direction, de Radio Ethiopia. Sí, aún nos invita a trascender, a encontrar la voz que nos lleve de viaje a lugares insospechados. Si la veríamos ahora, sería la chica punk de al lado, de la universidad, la amiga que no guarda silencio ante el sistema. No ha cambiado tanto, en sus conciertos y hasta fotografiada por Gracie Coddington para Vogue luce como la versión femenina de Lord Byron recitando poemas, sentada en un café, reposando para la próxima batalla.









Patti junto a su gran amigo el fotógrafo Robert Mapplethorpe




El libro. Sus recordadas aventuras.














Dancing Barefoot.













Imprescindible. Gone Again, 1996.





































































1 comentario:

  1. ... Ain't it strange: Well, I move in another direction... me encanta cómo incluyes este tipo de detalles en tus textos...

    éxitos, querida Clau!

    eres lo máximo!

    Pearl!

    ResponderEliminar