martes, 28 de septiembre de 2010

Good bye. . . Winterland


Et je redoute l´ hiver parce que c´est la saison du comfort! *
Arthur Rimbaud

Quizá unos días después del inicio de la primavera, el grupo despertó y decidió marcharse de Winterland. Cansados de la neblina que al pequeño Rolf le encantaba y le hacía recordar a Londres, o al gran jardín de Versailles cuando los antiguos fantasmas de ilustres amigos se acercaban para contarle antiguos cuentos en un susurro al atardecer. Pero, esos días grises ya cansan un poco. Y hay que seguir el ritual. Despedirse es lo mejor. Otro día volverán, cuando quieran recuperar un objeto que olvidaron por escapar al otro lado del campo.



*¡Y temo el invierno porque es la estación del bienestar!

Composición. Teodoro Mötz.
Vestido. Vera Wang. Colección otoño-invierno 2010.
Muñequitos extraños. Victor & Rolf.

Recuerdos de la niña oscura



Rick Owens
Haider Ackerman

Victor & Rolf

Givenchy

A.F Vandevorst


¿Será la santa napolitana de las manos de fuego? . . .

El neogótico, movimiento extraño del siglo XIX, sobrevive en el imaginario contemporáneo con el renacer de “princesas caballero” escondidas, brujas y científicas adelantadas; visionarias. También en los accesorios y crucifijos en una tendencia que se abraza con el punk. De alguna forma las armaduras se llevan en diseños con nuevas estructuras, (como se observan en los abrigos de Rick Owens y Pugh) hasta cierto punto rígidas, para una Juana de Arco que no teme cazar dragones violentos en la sociedad. Quizá persiste en la postura teatral de los locos de Victor & Rolf en este otoño- invierno, con sus trajes que lentamente desvelan en capas a sus musas.
Board. Teodoro Motz.
Cruz. Pasquale Bruni
Falda con encaje. Top shop
Guantes. Louis Vuitton
Pulsera. Juicy Couture
Laptop case. Marc Jacobs
Clutch. Alexander Mc Queen











domingo, 19 de septiembre de 2010

Julia en el tiempo












El neorrealismo italiano captura a Julia Roberts por un momento como una de sus divas, y la evoca en las formas sublimes, (los escotes, y los ojos marcados a lo Sofía Loren) olvidando las ojeras sufridas de la madre, Anna Magnani, bajo los efectos del vapor en las cocinas de posguerra.

La sensualidad que acompañó a estas mujeres en el imaginario de los 50´s, aparece en la nueva edición fotográfica de ELLE, por la visión de Tom Munro inspirado en la película Eat, Pray, Love como la jornada de autodescubrimiento del personaje de Julia Roberts por el mundo.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Eterno juego de sombras


Seasons change with the scenery
weaving time in a tapestry
won't you stop and remember me

Simon And Garfunkel
















Todo toma su curso y fluye como en la naturaleza. Y aunque la primavera llegará en una semana a nuestra latitud, y los desfiles en Nueva York y Europa nos bombardeen con sus propuestas para el verano 2011, este será un pequeño recuerdo de lo que se vio y vendrá para este invierno. Entonces, por qué tendríamos que esperar hasta junio del próximo año para envolvernos en las chompas grandes de tejidos nobles que nos hacen recordar a Kurt Cobain, o el vestido gris (la pequeña estrella de la temporada) que no le robará el protagonismo al LBD de Audrey. Las chaquetas de estilo aviador de Burberry Prorsum, la evolución del estilo militar para todas las chicas que quieran imponerse en una dura ciudad. Las pieles sí, pero falsas, porque no alentamos el sacrificio de los pequeños seres indefensos en nombre del comercio mundial. El comprobado retorno del minimalismo y el negro como en los 90´s, cuando las campañas de Gucci y Calvin Klein reinaban con aquella limpieza impuesta en la imagen femenina. Pero ahora casi todo juega eternamente. En aquellas combinaciones en las piezas con animal print, en una especie de experimento científico, con el color exacto. Sin olvidar a los harem pants que llegaron en un síntoma de aburrimiento (en la imagen de la serpiente que se enrosca y se encuentra con la cola), pero que son parte de la inspiración de los 80´s, cuando los New Romantics llevaron la mirada hacia Oriente en la búsqueda de colores e inspiración. Y Chloé en su nuevo amor al nude en sus blusas y pantalones que respetan la estructura de los años 70. Pero también aparece Irina la modelo y cantante en una editorial que sigue el aura de Patti Smith (creo que el punk nos acompañará un poco más). Disfrutemos de este tiempo que queda, la moda es efímera (otra vez), y desde ahora los diseñadores e investigadores de tendencias piensan en el hallazgo del nuevo grial, y que el visionario se adelante dos o tres años. Para ese momento caeremos en el maravilloso juego, admirando las editoriales con los fotógrafos increíbles que construyen mundos, en compañía de los diseñadores y sus musas. Mientras tanto, todo fluye otra vez.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Esperen a Katie en octubre










Parece que Katie Holmes ha escapado de la sombra de Tom Cruise, y ha sobrevivido a su recordado papel de adolescente e ícono (un tanto débil) de los 90´s en la serie Dawson Creek. Es verdad, para los fotógrafos y diseñadores es un nuevo referente con un potencial que fue evolucionando hasta lograr su independencia. Katie es como un laboratorio de moda andante, una prenda (hasta la más sencilla) se puede convertir en un must de la temporada. Ya no es una niña, ella explora su alcance entre las revistas de moda y los seguidores de tendencias.

La podemos ver en la nueva edición de octubre de Marie Claire con los vestidos de J. Mendel (en la portada), los detalles metálicos de Rachel Roy y el retorno de los corset medievales de Jean Paul Gaultier con el vestido de Lanvin.

Nota:
Gracias eternas a un angelito de fuego que voló a NY (arcángel arcabucero) y compartió conmigo las maravillosas ediciones de octubre de Marie Claire, Elle, Vogue. etc. TQM. Infinito.

martes, 7 de septiembre de 2010

My Beauty Mark

Los vestidos de azul iban y venían como quien recita un mismo poema interminable

Alejandra Pizarnik













Quizá Jean Cocteau tenía razón cuando en Portraits- Souvenir nos advirtió que la moda muere joven en 1935. Ese destino efímero se manifiesta en cada nueva edición fotográfica, en la desesperación de las revistas para reinventarse en los cambios de temporada, en rescatar a las princesas medievales, chicas punk, damas renacentistas perdidas, porque si no el cruel destino es que los lectores decidan abandonarlos ante la menor duda o retraso, sin remordimientos.
Y en el camino abandonamos aquellas imágenes pasadas que nos cautivaron por su belleza, y cuando volvemos a las Vogue de hace unos años vemos otra vez a la encantadora, Charlotte Gainsbourg, como una muñeca melancólica, o a una joven que en su huída nos recuerda a las heroínas del cine italiano de los años 40. Vera Wang en su campaña romántica de hace cuatro temporadas atrás nos conquista con sus imágenes que parecen cuadros antiguos, o la joven ensimismada de Bottega Veneta con su hermoso vestido.

Quizá un estudiante de diseño las encuentre y en un acto de justicia las use como inspiración para un nuevo board.

Y todo regresa:

Las niñas que observan desde una fotografía antigua
con sus accesorios en lazos y flores en este invierno 2010 y 2011
o la joven algo grunge y bohemia
envuelta en el sol de invierno
con sus botines
en marrón o en negro
y las medias debajo de la rodilla
y los sombreros
¿la dejarán ser feliz?

La influencia masculina
en los sacos y abrigos
Los cuadros escoceses en los pantalones
Y los vestidos que queremos rescatar aunque la humedad de este invierno
nos quiera congelar.

jueves, 2 de septiembre de 2010

La belleza del silencio








Siempre hay un momento para detenerse y volver a los maestros. Cristóbal Balenciaga contaba una historia con sus maravillosas manos en cada nueva tela, pasamanería, encaje o sedas. Una estructura nacía como una catedral y la admiración daba paso al silencio. Resistió a la Segunda Guerra Mundial en París y al cierre de su casa de diseño, cuando la violencia desplegada de los alemanes y aliados no querían dejar un espacio a la belleza. Pero ahora su nombre sigue siendo una leyenda.
Y qué trabajo le tomó al diseñador francés Nicolas Ghesquière, salvar a la firma de la bancarrota en esta época de alocadas colecciones prêt-à-porter y millonarias campañas publicitarias. Aunque ya no están sus vestidos con el volumen clásico que creó, o la limpieza de sus trajes que cubrían la silueta femenina, o el brillo de una flor trabajada a mano, quedan esas fotografías como el testimonio del esplendor de una época, cuando un material desconocido llegaba a su taller y se convertía en un universo.