sábado, 9 de octubre de 2010

Flower bomb

This is a gift, it comes with a price
Who is the lamb and who is the knife?
Midas is king and he holds me so tight
And turns me to gold in the sunlight

Rabbit Heart


































Florence + the Machine se ha convertido en la fuerza pelirroja del pop británico, por el sonido contagioso y fresco en clave barroca de sus canciones, y el uso de instrumentos clásicos que le dan una atmósfera particular al primer disco Lung (2009) que fue recibido con halagos por una parte de la crítica musical europea.
Quizá en el reino mental de la adolescencia sólo existan Kate Perry, con sus arrebatos de pin up contemporánea y sus pegajosos estribillos, o Lady Gaga el nuevo monstruo encantador de la factoría musical que amenaza hace tiempo con devorarse a la reina roja que está más allá de bien y del mal, Madonna.

Pero hasta el momento para Florence Welch los caminos son otros. Sin huir de alguna pose estrambótica nos entrega la potencia de su rango vocal y su interesante presencia escénica
(en vestuario y movimientos), por lo que parecería la aplicada alumna de dos inolvidables maestros y camaleones como el duque espacial David Bowie o de Peter Gabriel en su etapa de Genesis.

Según el temperamento del día (o lo que haya leído) puede ser la inolvidable Ofelia con los nervios quebrados por culpa de los devaneos filosóficos de Hamlet, o es Alicia luego del té de la tarde con sus afanes, o finalmente una de las musas del pintor William Waterhouse en la imagen melancólica de La dama de Shallot en su video Rabbit Heart.

Esas imágenes se trasladan a nuestras mentes por culpa de la literatura británica y sus bosques como espacios de sonidos y presencias misteriosas. Florence por momentos nos hace evocar a la poseída y mágica Kate Bush en Wuthering Heights cuando dominaba la zona agreste y fantasmal cantando sobre un amor extraño, como si Emily Brönte le hubiera susurrado el modo correcto de hacerlo. En la canción emblema del disco, Dog Days are over, sus volcanes melódicos son como los que trajo a la vida a la imparable Sinead O´ Connor (por supuesto no la imita) en su mejor momento, allá en los inolvidables 90´s.

Florence quiere un nuevo camino, no se quiere devorar al mundo. No. Porque
¿quién jugaría con ella? A sus 23 años finalmente nos mira y grita moviendo desesperada su melena de fuego:

Run fast for your mother, run fast for your father
Run for your children, for your sisters and brothers
Leave all your love and your longing behind
You cant carry it with you if you want to survive

The dog days are over
The dog days are done
Can you hear the horses?
Because here they come





2 comentarios:

  1. ¡Hola Mabel! ; ) Sí, realmente es una revelación, el primer disco con su banda es muy interesante y divertido. Y puede convertirse en una musa. Un gran abrazo, y me encanta que leas a Teodoro y dejes tu comentario.

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